viernes, 10 de marzo de 2017

Formando a Coaches: ¿Qué se transforma?



Uno de los acontecimientos que más me apasionan de formar a coaches es el propio proceso de aprendizaje en sí, siguiéndole la pista al coach que aprende explorando, aplicándose a sí mism@ aquello que el coaching propone.

El aprendiz de coach hace de “conejito de indias” para sí mism@ y para sus compañer@s. Es decir, aprende con implicación, experimentando en sí lo que pretende para otr@s.

Aprender coaching de forma teórica es poco recomendable sobre todo por su poca efectividad.

Estamos hablando de trabajar con personas, donde es fundamental aprender a confiar en ellas, buscando que se pregunten a sí mismas que quieren; animando a que se exploren, que se entiendan, que descubran y valoren sus recursos, y que logren poner su vida y sus acontecimientos en línea con lo que quieren.

El coach que se forma para poder realizar esta función por lo general tiene que cambiar su idea de lo que es ayudar y acompañar al otro, comprender cuáles son los principios fundamentales, como por ejemplo:

…solucionar el problema a alguien     ó     apoyarle a que busque su propia solución….


¿Qué tiene más valor?

Si haces lo primero no estarás haciendo coaching, si promueves lo segundo estarás en la dirección que el coaching propone.

Una vez aceptados los principios toca identificar y cambiar hábitos, sobre todo de comunicación, haciéndote un “escuchador/a profesional”, sabiendo que buscas mientras escuchas. Aprender a usar el preguntar como recurso principal, a comprender al otro sin juicios, sin ruido personal. Confiar en tu propia creatividad para improvisar y navegar a través de un ser humano al que no conoces, al que descubres en cada momento.

Y desde luego tener opciones que ofrecer para facilitar la autonomía y la autogestión.

Esto es posible comprenderlo y teorizarlo, pero he observado que para que el proceso de actuación sea eficaz, es necesario un cambio de enfoque profundo, que requiere de practicar  con  nuevas formas de pensar, sentir y hacer, hasta que se integran y se desempeñan con naturalidad y de manera efectiva.

Para que esto suceda el aprendizaje experiencial es fundamental. La persona se involucra a sí misma en la propuesta y experimenta antes, para después construir una comprensión, que se va integrando y valorando.

En esa involucración el/la aprendiz de coach desarrolla una nueva forma de relacionarse consigo mism@, de autoconocerse, aprendiendo a descubrirse, hallarse, notar cómo funciona y desde aquí experimentar en sí y para sí el efecto coaching.

Adquirir el nivel de competencias básicas como profesional del coaching requiere como mínimo de un año de formación, que a la vez es un año con altas probabilidades de transformación personal.

A mí misma, como formadora, me asombra notar esto en mis alumn@s, siendo siempre un plus y siendo también garantía de que l@s alumn@s, por su experiencia propia,  podrán confiar en el proceso de coaching, pudiendo llegar a ser en el futuro profesionales muy competentes y muy eficaces.

A continuación algunos comentarios a este respecto realizados por alumn@s de diferentes ediciones del curso de formación en Coaching Personal, seleccionados del apartado testimonios de la web de CoachCreativo:



Mientras me formaba como coach, atendiendo a las competencias y herramientas, exploraba también como soy, como pienso y como siento.  (A.A.D.V. Asesora de Seguros.)


…Por otra parte, el curso te ayuda, no solo a aprender qué es el Coaching y cómo llevarlo a la práctica, sino una nueva forma de vida y una actitud diferente ante ésta, es todo un cambio personal que te lleva a sentirte mejor contigo mismo. (E.C.B – Psicóloga - Logopeda.)

Abrir el foco hacia lo cotidiano y lo trascendente junto con la toma de conciencia, ha inspirado y fortalecido la seguridad en mi misma, en mis decisiones y en mis acciones, ampliando las alternativas de las diferentes cuestiones a decidir y las  distintas intervenciones a realizar. (S.M.P. Educadora Social.)


He aprendido a tener más profunda y real conciencia de mi vida, el mundo en el que vivo, que hago, que puedo hacer, proporcionándome  herramientas para gestionar mí día a día e interaccionar con un  entorno en el que la norma es el cambio. (C.B. Psicóloga  - área familiar.)


"Mi experiencia ha sido una vivencia transformacional a todos los niveles sobre la percepción de mi misma y de todo lo que me rodea. Unas metas claras y reales se han ido formando a lo largo del camino, metas que nunca había soñado, y lo más importante es que tengo los “Cómos”…….. (M.A.Z. - Empresaria sector decoración.)

 He quedado ávido de profundizar en este océano inmenso de autodescubrimiento y posibilidades de cambios en, y cerca de mí. Todo este andar me hace  responsable con el espacio que habito en este universo y respetuoso con este hacer  colaborador y motivador. (L.O.B.V. – Entrenador Personal.)

Aprender Coaching es también tomar la decisión de realizar un viaje emocionante a través de un@ mism@ que, seguramente, no te dejará indiferente, experimentando de forma consciente un proceso de transformación y desarrollo personal, que constituye una gran premisa para llegar a ser un buen profesional del Coaching.

Próximo post: Formando a Coaches: Desarrollo profesional

Cursos recomendados:
Los Pilares del Coaching
Curso Superior en Coaching Personal

No hay comentarios: