Cómo ser Coach: Capturando el Potencial

“Trabajamos con la mente para que el potencial encuentre espacio y se pueda expresar en una dirección que a la persona le haga sentirse bien consigo misma”  Concha Durante.

En el post anterior, y escribiendo desde mi posición como formadora de Coaches desde el año 2009, realizaba las siguientes afirmaciones:

“Formarse como Coach implica educarse a uno mismo para realizar una interpretación precisa del potencial de los seres humanos”

“El/la Coach es alguien que cree en el potencial de las personas, porque aprende a “ver” más allá de sus circunstancias actuales, de su forma de expresarse, de los errores cometidos y de la inquietudes que se plantean.”

Una cosa es entender esto intelectualmente y otra es llevarlo a la práctica.

No hace mucho un alumno del curso Superior en Coaching Personal, al que llamaré P., en una de sus sesiones de méntoring, en relación con sus prácticas con clientes, me planteó la siguiente cuestión:

P... “Tengo dudas sobre si estoy capturando bien el potencial de mis clientes. Me he dado cuenta de que no tengo claro que es el potencial…

Me preocupa si yo estoy haciendo bien el trabajo de ver el potencial del cliente, porque cuando se termina una sesión me lo pregunto y me quedo con la incógnita…  ¿será esto,  o será esto otro, o es que esta sesión no lo he visto, o es que estoy atento a cierta escucha y a esta escucha de capturar el potencial no estoy tan abierto…?

Me doy cuenta que lo de ver el potencial del otro incluso el mío, pues yo eso no lo hacia, es una cosa nueva para mi.

¡Quiero aprender a capturar el potencial de mis clientes para poder ayudarlos a avanzar desde el potencial!”

Partiendo de la propuesta de P. y con la intención de hacer relevantes sus criterios a la hora de buscar el potencial, hacemos en primer lugar un mapa de sus clientes en términos de nº de clientes y nº de sesiones realizadas por ellos.

Resulta tener 5 clientes en pleno ciclo de sesiones y una sexta posible cliente le había llamado solicitándole sesiones.

Pusimos la atención en el cliente más veterano y la  pregunta para P. fue:

- ¿Qué dirías tú que es el potencial de esta persona?

P... Es muy cabal, le gusta ir despacio, … (silencio de P.).  Me vienen a la cabeza las cosas negativas, las que veo yo que hay que tratar…

- ¿Quieres decir que estas pensando en cosas que no crees que son su potencial?

P... Si…  le cuesta ponerse a trabajar, no ve la meta,…. Son las cosas en las que me fijo”

P. se da cuenta de que  pone su atención en lo que no funciona, en lo que su cliente aún tiene que conseguir, y esto le resta sensación del potencial y, para poder hallarlo, busca lo que sí hace bien, lo que está logrando en las sesiones.

Es frecuente este tipo de criterio de medición en el Coach que se inicia. Está realmente midiendo en base a los resultados de su Cliente, en base a lo que logra, a lo que consigue… si consigue mucho la persona tiene valor, puede. Si no lo está consiguiendo, no vale,  no puede…

Esta forma de medición parece evidente, pero es una trampa. Entre otras muchas implicaciones el Coach podría utilizar también este criterio de medición (los logros o no de su cliente) para decidir si es un buen Coach o no, así que corre el riesgo de volverse exigente con su Cliente ….

Con la intención de proporcionar otras perspectivas posibles de medición que pudieran acerca más a P. a “capturar” el potencial le hice las siguientes preguntas:

- ¿Qué valora tu cliente de las sesiones que se ha tomado contigo?

- ¿Qué le aportan a él las sesiones de Coaching?

- ¿En base a qué logra resultados?


Con todo lo que sí y todo lo que no:

- ¿Qué dirías tu que tiene de valor esa persona?

- ¿Qué es lo que hace que tú quieras seguir trabajando con él?

- ¿Qué dirías tú que es su potencial?


En base a las respuestas de P. surgió por mi parte el siguiente comentario:

“Estas midiendo el potencial de una manera extraña. Potencial es lo que está en potencia, lo que podría llegar a Ser.

Lo estás midiendo en términos de cómo se comporta, de lo que uno hace con su potencial. Es como si estuvieras examinando su traje, pero no la capacidad de hacer el traje, de usar el traje, de hacer otro traje.

El potencial no es ni negativo ni positivo, es en potencia la energía que tienes para mover el mundo. Lo puedes mover creando problemas y estás usando tu potencial para eso, o lo puedes mover creando soluciones, y lo estarás usando en esta dirección.

Va a depender de como te enfocas en el mundo, cuales son tus valores, como  te organizas con la vida..”

P. cambia de postura, como si estuviera adquiriendo otra perspectiva :

P...“Viéndolo así, su potencial es en base a esto, va a ser sus ganas de conocerse, ah vale, vale¡¡... Que fácil !!” 

En este momento es notorio que P. ha adquirido una comprensión. Comienzo entonces a preguntarle sobre el potencial del resto de sus clientes:

P. adopta “esa” postura nueva para responder y comienzan a surgir respuestas como…

P... “Querer conocerse, querer mejorar, querer ser mejor persona, .. La ilusión, ganas de ayudar al otro.. La creatividad, la paciencia… El disfrute…el aprender…  autoconocimiento. Aprender de todo… crecer espiritualmente”

Comprobamos incluso con una cliente que le acaba de llamar, con la que solo ha tenido una conversación telefónica.. P. comenta que lo que más se percibe es la desesperación.

La pregunta fue: “¿Qué potencial podría haber en una persona que logra tanta desesperación?”

P. se toma un tiempo para responder y finalmente dice:

P...“Pasión, mucha pasión…. Hum.. toda esa pasión convertida en positivo…”

P. parece estar aprendiendo a “capturar” el potencial.

La cuestión que nos queda ahora es constatar como esta nueva perspectiva, este nuevo criterio de medición, influye en adelante en el desempeño como Coach de P.

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Curso Superior en Coaching Personal