lunes, 16 de diciembre de 2013

Cómo ser Coach: Elementos esenciales


Formarse como Coach implica educarse a uno mismo para realizar una interpretación precisa del potencial de los seres humanos y a partir de aquí adquirir un modelo de comunicación que le permita al otro ser quien es, apoyándole para que genere auto conciencia, asuma sus responsabilidades y establezca sus procesos de cambio y desarrollo.

Llevo formando a Coachs desde el año 2009, en la especialidad de Coaching Personal. Y, cada vez más, reconozco y aprecio los elementos esenciales del Coaching que hacen de esta metodología de aprendizaje y progreso personal, un recurso actual más que necesario.

Cuando el aprendiz de Coach profundiza en el aprendizaje del Coaching se encuentra además con una filosofía de vida que ha de hacer compatible con la suya propia, una filosofía en la que las relaciones humanas son relevantes y pretenden establecerse sobre una base de colaboración, respeto y desarrollo mutuo.

En la sesión de asesoramiento previa que realizo cuando alguien quiere formarse como Coach escucho a menudo comentarios como: “me gusta ayudar a las  personas y quiero encontrar una forma de hacerlo”.

En esta sesión intento explicar qué es lo que hace al Coaching Personal diferente de otras fórmulas y métodos de ayuda ya existentes; de este modo las personas pueden comprobar si ésa es la manera en que quieren ayudar a otras personas.

En realidad, el Coaching no se define como un método de ayuda, sino más bien como un proceso de acompañamiento,  con el  propósito consciente por parte del Coach de que el/la cliente defina lo que quiere, conecte con sus recursos,  resuelva creativamente sus impedimentos, concrete sus acciones  y, por el camino, disfrute descubriendo su propio potencial.

¿Que tipo de formación requiere alguien para adquirir la habilidad y la capacidad de hacer esto de manera profesional?...

El/la Coach es alguien que cree en el potencial de las personas, porque aprende a “ver” más allá de sus circunstancias actuales, de su forma de expresarse, de los errores cometidos y de la inquietudes que se plantean.

El/la Coach aprende a percibir en su cliente su capacidad de aprendizaje y el potencial para el cambio. Aprende a identificar y comprender la manera en que procesa e interpreta sus circunstancias y sus emociones.  Aprende a invitar a su cliente a comprenderse a si mismo.

Esto se consigue a través de un proceso de escucha activa de alta calidad. El/la Coach propone un ritmo de conversación que busca provocar conciencia, orden y capacidad de gestión de la información que el/la cliente está manejando.

Por lo tanto, el/la Coach no es quien decide cuál es el problema y en qué consiste, no se siente responsable ni se compromete con la solución del mismo. No busca soluciones para su cliente, no le aconseja. No necesita ser un experto en el tipo de cuestiones que el/la cliente plantea.

El/la Coach confía en su cliente como el experto que más sabe de su propia vida y de sus asuntos. 

El/la Coach aprende y desarrolla la maestría en la presencia, la escucha y la pregunta, invitando al cliente a percibirse a sí mismo pensando, sintiendo y haciendo, en relación con sus asuntos de interés, y le invita a identificar y aceptar su responsabilidad.

Mediante este proceso el cliente llega a organizarse, a deshacer nudos emocionales, a tomar sus propias decisiones, a obtener un movimiento efectivo en el logro de sus objetivos y, lo más importante, con la sensación de estar haciéndolo por sí mismo.

Todo ello sucede gracias a la confianza del Coach en la capacidad de las personas para dirigir sus propias vidas, aplicando un modelo de comunicación con el que se sienten respetadas y les facilita ser conscientemente responsables de sus circunstancias y de sus logros personales.

Podemos imaginar este efecto aplicado en equipos de trabajo, relaciones laborales de dirección, liderazgo y motivación, en contextos de formación y aprendizaje, en la educación de los hijos, etc.

El jefe, educador o líder confía en las personas a las que dirige, educa o lidera y  logra que las personas a su cargo asuman la responsabilidad de sus funciones y sus áreas, tomen sus propias decisiones y se gestionen a sí mismas.

He conocido a menudo el efecto potenciador de este tipo de líderes y su influencia beneficiosa sobre el potencial y el desarrollo de las personas.

El Coaching Personal estudia de forma seria y precisa la manera en que se consigue este tipo de resultados, tanto a nivel profesional como personal. El/la Coach es alguien que adquiere la capacidad consciente de provocarlos en sí mismo, en su entorno y en sus clientes.

Si alguien ya siente ese deseo de apoyar a otros y tiene una manera innata de hacerlo que se asemeja a lo descrito, le animo a que a partir de aquí trate de cultivar y de cuidar ese deseo, de aprender la técnica y la metodología, de conocerse a sí mismo, y de disfrutar de una formación como Coach que le permita llegar a ser de manera consciente y profesional una influencia positiva en el mundo.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Coaching personal lo mejor que existe hoy en día para conocerse a uno mismo y llegar a cumplir sus objetivos en la vida.

http://www.toquedeluz.es/home/

Por si alguien esta interesado

Mucho karma a todos!

Unknown dijo...

Una explucacion contada desde el alma. Me ha encantado. Gracias
Eli Fisas
Www.travesiasistemica.com

Alejandro dijo...

Exactamente es eso lo que un coach de verdad debería de tener.

Anónimo dijo...

Que alegría haberos encontrado

Beso